8/6/11

Pollos adoptivos



La parte más emocionante de ser el profe de los bichos es que con cierta frecuencia me encuentro sorpresitas en la mesa de mi despacho. Esta vez ha sido un nido con un par de pollos dentro, probablemente de mirlo, Turdus merula. No deben de tener mucho más de una semana de vida pues a penas empiezan a abrir los ojos. Los ha salvado Aitor, uno de los encargados de mantenimiento, de las garras de los más terribles depredadores del cole: los alumnos. Alguien ya se había llevado uno de los pájaros y quedaba un huevo roto, con el embrión muerto y asomando por un agujero. - ¿Qué hago? - Debe de haber pensado Aitor – ¿Los dejo en su sitio, al alcance las fieras? ¿O se los llevo a don Daniel, que los protegerá como si fueran sus hijos? - Y aquí estoy, dándoles calorcito con una bombilla y alimentándolos con las lombrices que el propio Aitor ha tenido la gentileza de capturar. Me pregunto si lograré sacarlos adelante para que puedan sobrevolar de nuevo los jardines de Erain y deleitarnos con su canto. Os mantendré informados.

Pinchando en las fotos las veréis en más detalle

3 comentarios:

  1. Anónimo9/6/11

    Jo també he adoptat un ocell... espero recuperar-lo i deixar-lo en llibertat. :)

    Ignasi Martínez

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  2. Pues no ha podido ser, uno ha durado dos días y el otro tres. De nada ha servido darles calorcito las 24 horas, ni cebarlos con lombrices, ni prepararles pasta de cría a base de comida para insectívoros y huevo duro. Está claro que nadie como mamá cuida mejor a sus hijitos.

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  3. Tal vez sobrara el huevo, o le faltara algún jugo materno...

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