Se trata de una especie común en los humedales, pero, debido a su
costumbre de no parar quieto entre la vegetación palustre de la orilla, el rascón,
Rallus aquaticus, no resulta nada fácil
de ver. Sin embargo, el de este domingo por la mañana en Playaundi estaba quieto como una estatua. Y no
en una laguna sino en una pequeña charca, muy al alcance de la lente de la cámara.
Imagino que estaría tomando el sol muy a gustito, aprovechando que hoy hemos
tenido un tiempo primaveral.
Hace 1 año
es un poco gordo
ResponderEliminarno?
menudo bicharraco eso te lo tiran encima y te matan
ResponderEliminar