Hace pocos días mi hija Patricia, que tiene 5 años, encontró un pajarito muerto, seguramente debido al intenso frío de estos días. Para horror de su madre, lo cogió sin quitarse con los guantes y vino corriendo a enseñármelo.
Pero no le di más detalles de la vida y milagros de esta bonita especie.
Al día siguiente me vino del cole con un dibujo:
- Mira, Papá: he dibujado un trepador azul
¿No es un encanto?
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