De vez en cuando llego a mi despacho y me encuentro "sorpresitas" en una caja o en un bote. La de esta vez por lo menos tenía una nota y estaba firmada: "Dani, dentro hay un pájaro. Aitor." Era una lavandera blanca, Motacilla alba, que se había pegado un buen castañazo contra un cristal el día anterior y se había quedado aturdida. Pero tras pasar la noche en una caja de cartón estaba en plena forma y me lo demostró dándose unos vuelos por mi despacho y por toda la entrada del edificio. Así que nada, le hice unas fotos y la dejé en libertad.
Hace 1 año
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