Creo que es interesante dar a conocer la consulta que
recientemente me ha hecho la madre de uno de mis alumnos y lo que le he
respondido, aunque por respeto a la privacidad de la persona que me ha escrito
no diré su nombre:
Hola D. Dani:
Quisiera pedirle consejo para ver cómo puede
conservar mi hija (12 años) un murciélago muerto. Lo encontró ya muerto,
lo tuvo 2 días envuelto en papel de plata en una mochila y ya en casa lo abrió
un poco y por fin lo metió en un tarro con alcohol. Desde entonces lo tenemos
expuesto en la cocina, con el correspondiente tufo (mezcla de podrido y
alcohol) y la esperpéntica visión del murciélago, con el pelillo medio
flotando, cada vez que me acerco al microondas (ahora que por fin ya había
retirado los huesos de vaca, dientes de cabra, ojos y púas de erizo...)
Como sabe que es muy difícil disecarlo, ¿qué puede hacer? Por
favor, según lo que me indique, si no le importa, detalle dónde puedo encontrar
los productos necesarios.
Y ya de paso, ¿sabe dónde se imparte algún curso,
taller... dirigido a niños donde puedan estudiar y experimentar con
animales? A ella le encantaría pero a quien le he preguntado me dice que es
demasiado pequeña.
Muchas gracias,
(...)
Estimada (…),
no es nada recomendable recoger animales muertos, y mucho menos
si son mamíferos (como es el caso del murciélago) ya que tenemos sistemas
inmunitarios parecidos y nos podrían transmitir alguna enfermedad. Por otro
lado, si ya estaba muerto y luego ha estado dos días más en casa, por muy
envuelto en papel de plata que esté, habrá avanzado bastante en su
descomposición, se le desprenderá el pelo y aparecerán gusanos de los que luego
se convierten en moscardones gordos y peludos. El alcohol no es buen
conservante, se suele utilizar formol. Pero es un producto muy tóxico y no es
conveniente que lo manipulen menores. Yo conseguí que me vendieran un litro de
formol en una farmacia mientras estudiaba la carrera, pero tuve que dar muchas
explicaciones al farmacéutico. Ahora si necesito cosas raras puedo comprarlas,
en nombre del colegio, en empresas especializadas en material para laboratorio.
De todas formas, se me ocurre algo interesante que se puede hacer con los
restos mortales del pobre bicho. Si se cuece a fuego lento (en un cazo barato,
pequeño y que nunca más se vaya a utilizar para hacer la comida) será más fácil
separar la carne para luego montar el esqueleto. Para blanquear los huesos se
pueden dejar en remojo en agua con un poquitín de lejía.
No conozco ningún taller específico de naturaleza, pero sí puedo
recomendarle bibliografía. Ahora que se acercan las Navidades puede ser una
buena ocasión para hacerse con la "Guía del Naturalista" de Gerald
Durrell. Seguro que hará las delicias de su hija, pues en ese libro se enseñan
multitud de cosas que hacer, tanto en el campo como en casa, con plantas y
animales, con bichos vivos o muertos.
Por último, si le sirve de ayuda mi experiencia personal, a los
14 años sustituí mi afición de capturar insectos, lagartijas, ranas o culebras
por la de fotografiarlos... y más tarde por la de hacer vídeos. Mi madre
agradeció el cambio, o por lo menos eso interpreté cuando me di cuenta de que
las fotos no me las hacía tirar por la ventana.
Espero que esta información le haya servido de utilidad.
Un saludo,
Dani
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