Después de más de dos semanas seguidas lloviendo a diario, mis
alumnos de 2º de ESO me hicieron notar que las condiciones climatológicas nos
concedían una tregua y era el momento ideal para salir con los prismáticos a
ver pájaros. No tengo muy claro si era sincero interés ornitológico o si les
apetecía tan poco como a mí ponernos a hablar de solutos y disolventes, pero
accedí a su petición sin oponer mucha resistencia. No vimos gran cosa, pero
surgieron preguntas interesantes como la que me planteó Marcos:
- Ahora en invierno, hay menos pájaros, ¿No?
La respuesta no es breve ni demasiado sencilla. El caso es que
hay unas especies que se van a zonas más cálidas en busca de comida, pero otras
vienen del norte de Europa y se quedan. O bien pasan de largo hacia África.
Incluso algunas son migradoras parciales, es decir, que no todos los ejemplares
de la población se van, por ejemplo, se van las hembras, o los jóvenes de ese
año, y los demás se quedan. De todas formas, hay que tener en cuenta que lo que les
empuja a viajar no es el frío, sino la falta de alimento. Aunque,
efectivamente, la escasez de comida es debida al frío.
Hay que ver la sabiduría de los niños que se dan cuenta de todo y la habilidad de responder del profesor.
ResponderEliminar¡Qué foto tan bonita la de las grullas!